Secretos de la Bendición Sacerdotal (Naso)
El amor es una porción del alma misma y es de la misma naturaleza que el aliento celestial de la atmósfera del paraíso. -Victor Hugo
La Torá proporciona una antigua fórmula de quince palabras para bendecir. Se la conoce como la Bendición Sacerdotal (Birkat Kohanim en hebreo). Su traducción al español es la siguiente:
Dios te bendiga y te proteja;
Dios haga brillar Su rostro sobre ti y te dará gracia;
Dios alce hacia vosotros Su rostro y os conceda la paz.
Existe una hermosa tradición para que los padres bendigan a sus hijos todos los viernes por la noche antes del Kidush de Shabat con esta bendición. Sin embargo, de manera más formal, esta bendición se proclama diariamente en las oraciones de la sinagoga durante la repetición de la oración de Amida por parte del líder de oración.
En Israel, todos los días, durante las oraciones de la mañana (y fuera de Israel, generalmente, solo durante las Fiestas), los Kohanim, los descendientes sacerdotales de Aarón, el Sumo Sacerdote, bendicen al resto de la congregación con esta fórmula.
Por lo general, se cubren la cabeza y los brazos extendidos con su Talit, el chal de oración, cuando recitan la bendición mientras extienden sus diez dedos en un patrón inusual. El Rabino Shlomo Efraim de Praga, el Kli Yakar (1550-1619), en Números 6:24, afirma que hay secretos de la creación escondidos dentro del ritual.
Los diez dedos se refieren a los diez atributos físicos revelados de una persona y a los diez aspectos espirituales ocultos de una persona. Explica que cada padre aporta cinco atributos físicos a su hijo, mientras que Dios le otorga las diez características espirituales.
El padre es responsable de todo lo “blanco” de una persona: tendones, huesos, cerebro, uñas y el blanco de los ojos.
La madre es responsable de todo lo “rojo” de una persona: la piel, los músculos, la sangre, el cabello y la oscuridad de los ojos.
Dios infunde al hombre diez habilidades espirituales: espíritu, alma, rasgos del rostro, visión, oído, habla, caminar, conocimiento, entendimiento y sabiduría.
Los sacerdotes, durante su bendición, están dirigiendo la energía divina hacia nosotros. Las bendiciones están dirigidas tanto a los aspectos abiertamente físicos de nuestro ser, como a la dimensión espiritual oculta.
Que absorbamos continuamente sus bendiciones.
Jag Shavuot Sameaj y Shabat Shalom,
Ben-Tzion
Dedicación
A todos los valientes hombres y mujeres que participaron en el atrevido rescate de los cuatro rehenes de Gaza en la Operación Arnón.
Rabino Spitz 